¿Cómo se sigue?
Cuándo vivimos rodeados de personas que usan la ofensa verbal para indignar; recuerdan tus dificultades y errores con burla, sarcasmo o gritos para imponer su personalidad… ¿Cómo se sigue?
Ellos alimentan su débil ego con los errores o dificultades de otros.
No hay que dar relevancia a esas actitudes, porque siempre te vas a cruzar con alguien a quien le gusta corregir y dar su opinión con aire de superado, sin darse cuenta que todo está en su subconsciente por ya haberlo sufrido.
Se sigue con un compromiso: de aceptación y cambio; de reconocer en el otro una carencia y no esperar que cambie; de tener el control de la respuesta apresurada por la que luego te arrepientes; y de agradecer el conocimiento.
Esto crea el hábito benéfico a no reaccionar al tener consciencia.
La consciencia da libertad y la reacción te condena a sufrir.
La vida trae seres a tu vida, pero eres tú el que decide quién se queda.
Debes comprender que: Cuando te lastiman te fortalecen; cuando te critican te valoran; cando te envidian te idolatran; y cuándo te deseen lo peor, sorprenderás cuando te ocurra lo mejor.
El que confiesa lo que oculta, se avergüenza un momento y crece; pero el que guarda una mentira, sufre y lo lleva la muerte.
Es bueno elegir con quién estar, pero si te eliges, aprovecha a conocerte, ya que el conocimiento sale de ti. Esperar a que te vengan a enseñar algo que está en ti, es como dejar que otro viva tu vida.
Jesús dijo: “Cuando te conozcas, serás conocido, entonces caerás en la cuenta que eres hijo del Padre”; “Si te desconoces reinarás en las tinieblas”.
Conócete a ti mismo.
Así se sigue.
Alfredo Zerbino
Estás sobre el paraíso, descúbrelo dentro de ti.