Nada que se sienta como una pérdida será retribuido con una ganancia. Todo lo que se da con placer y desinterés, será retribuido con igual retorno por la vida.
La ley del dar es muy sencilla: si damos alegría, si damos amor, si damos atención, si ayudamos a otros, lo mismo vamos a recibir.
La manera de vivir una vida llena de felicidad, es dar a los demás lo que quisiéramos recibir. La vida es un reflejo de nuestros actos. Sonríe frente al espejo y recibirás una sonrisa.