Eres parte de todo.
Disfruta de la naturaleza, obsérvala en todo su esplendor, noche y día, intégrate a ella, forma parte y respírala.
Tú eres parte, le perteneces; todo lo que tu cuerpo tiene es de ella.
Abraza el frío de la brisa en la mañana y saluda el calor del medio día; agradece la lluvia que limpia el aire y perfuma la tierra; entrega tu mente al arrullo de las olas; intégrate con todo tu ser a los colores del sol que se oculta en rosa, celeste y fuegos; pide un deseo con intensidad ante la línea de una estrella fugaz; vuela en las alas de un colibrí de flor en flor; siente el poder en el sonido de los cascos de un caballo que redobla en tu corazón; recuéstate a un árbol, siente su energía, oye el canto de un pájaro, y respira los perfumes con libertad. Descubre, bebe, saborea, siente y observa.
Tu cuerpo le pertenece a la tierra, y tu Ser al Universo; la consciencia de ambos le pertenece a Dios.
Respira, inhala, todo está vivo dentro y fuera de ti.
Medita con ella.
Estás sobre el paraíso y, ¿no le puedes ver?
Alfredo Zerbino
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Impecable
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Sus lecturas son altamente motivadoras, me encantan.
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